martes, 1 de mayo de 2012

Sant Jordi y las chicas que no leen

El día de Sant Jordi recibí tres libros: El concepto de la angustia, de Kierkegaard, Esferas I, de Peter Sloterdijk, y Memorias del subsuelo, de Dostoievski. ¿Resultado? Filosofía, dos, literatura rusa, uno. Agárrate.

Pero que no cunda el pánico: no hablaré de ellos. Sant Jordi es el día de los enamorados y del libro, no de la lectura. La diferencia es que, en el segundo caso, las calles estarían vacías: todos en casita, leyendo follando. Tampoco os preocupéis por mí: los libros los recibí de mí mismo. Este tipo de libros es mejor no recibirlos que recibirlos de una chica. Aunque, en el fondo, tampoco eran regalos, sino lecturas universitarias, impuestas. Material de laboratorio, vaya.

Por suerte, recibí un regalo de verdad. Descubrí y leí (en el blog Au bout de la nuit) un relato titulado "Sal con una chica que no lee", de un tal Charles Warnke. En inglés, "You Should Date an Illiterate Girl". Lectura obligatoria, lo siento. (Está bastante bien.)

El relato antepone la vida falsamente feliz a la vida infeliz pero auténtica; la vida con an illetrate girl o la vida con a girl who reads. En realidad —lo siento— la chica no existe, es un mero pretexto: la elección es entre una vida inconscientemente feliz y otra conscientemente infeliz. Abrazar el engaño o ahogarse en la sinceridad, comer mierda o morirse de hambre, etc.

La ambivalencia que otorga a la lectura también me ha gustado: el que lee es capaz de imaginar y, por tanto, de aspirar a todo; tiene ambición vital. Además, es capaz de ver las cosas tal y como son y no se engaña. Pero, inevitablemente, la imaginación tropieza con la realidad y provoca desilusión. Mezclar clarividencia y afán es indigesto.

Charles Warnke usa el imperativo, que es el modo verbal de la autoayuda. Al principio asusta un poco, pero, por suerte, el texto no ayuda nada. Esto está bien: ayuda bastante.

El tono exhortativo y la apariencia de monólogo me han recordado otros monólogos igualmente optimistas del cine. El primero, de El club de la lucha, es muy positivo.



Lo optimista está en el color verde.

El segundo, de Trainspotting, choose life:


Entre la illetrate girl y la chica que lee, Renton elige la heroína. En realidad es como elegir la illetrate girl. Al final de la película, Renton elige la vida —otra illetrate girl, vamos—:


El último, de 25th Hour, o La última noche. Este está muy enfadado, se hartó de leer.


Las tres películas, por cierto, están basadas en novelas. Tonto el que lea, pero el que no lea es tonto: todos tontos.

4 comentarios:

  1. Salut Gllm!!

    Feliç Sant Jordi! Jo he estat llegint un llibre Japonès que relata una història entre una exalumna i el seu exprofessor (La tierra es blanca, el cielo azul). Bonica, ella es una illetrate girl.

    Petons!

    Bet

    ResponderEliminar
  2. Feliç Sant Jordi, Eli (amb una mica de retràs tot plegat xd)! Em sona el llibre aquest, és bastant famós, no?

    ResponderEliminar
  3. En l’absurd es pot ser conscientment feliç eh!!! Recordem Camus: Sísif és feliç quan baixa la muntanya i Mersault també ho és en el seu món.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fa tres o quatre setmanes vaig començar a rellegir-me el Mite de Sísif, perquè després de parlar-ne a Àmsterdam vaig veure que ja no en recordava res, però entre la feina de la uni i lo dens que és, l'he tornat a posposar XD Quan hi torni i arribi al capítol que parli de la felicitat en l'absurd, et diré què en penso ;P

      Eliminar