domingo, 15 de octubre de 2017

15 de octubre. Carme Riera, 'Te deix, amor, la mar com a penyora'

Cuando un lector español se enfrenta por primera vez a la literatura latinoamericana —Juan Rulfo, García Márquez, Vargas Llosa, etc.—, suele experimentar una epifanía: el descubrimiento de un mundo nuevo pero también el de un idioma libre y fresco, una lengua española similar pero diferente, joven y trufada de palabras y giros idiomáticos hasta entonces desconocidos. Algo similar nos sucede a los lectores catalanes al acercarnos a la literatura balear, a pesar de que por proximidad geográfica escuchar el balear es muy común en Cataluña. Sebastià Alzamora, Miquel Bauçà o Blai Bonet son algunos de los representantes de este fascinante universo.

Pero la primera vez que me explotó en la cara el boom balear fue cuando leí Te deix, amor, la mar com a penyora (1975), el primer libro de Carme Riera (por suerte, en este boom sí hay mujeres). Como en la novela homónima de Blai Bonet, el mar es uno de los grandes temas de los relatos de Riera: el mar representa lo balear y el amor, pero también el recuerdo del amor perdido y la separación física entre los amantes, uno en Palma y el otro en Barcelona. La escritora mallorquina elige apoyarse más en la prosa, muy cuidada, que en el argumento. Así, los cuentos que componen Te deix encuentran su fuerza en los ambientes que el estilo muy lírico de Riera logra crear, rozando a veces el estatismo de la prosa poética; se trata de atmósferas densas, propensas a lo sentimental y a lo evocativo, pero que también encierran la opresión propia del franquismo.

Con toda la carga poética, el argumento queda en un segundo plano, aunque no es totalmente olvidado, por lo que encontramos relatos románticos y relatos fantásticos, alguno incluso con rasgos policíacos. Además, la personalidad de protagonistas es otro punto fuerte de Te deix, amor: los personajes transitan por los límites de la normalidad psicológica y de lo aceptado por la sociedad: son outsiders.

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