miércoles, 17 de agosto de 2016

Sobre 'The Book of My Lives' de Aleksandar Hemon

Ayer llegué a Cracovia después de 18 días en España. Mis vacaciones han consistido en ver a mi familia y amigos, comer y beber, charlar y viajar un poco (Girona, Barcelona, Palencia, León, Toledo, Madrid...). En todo este tiempo no se me olvidó que el 15 de agosto volvería a Polonia y entonces tendría que escribir y trabajar. Hoy, 16 de agosto, he dado mi primera clase de español postvacacional y he seguido escribiendo las Mateorías.

El capítulo 21 de la novela estará listo dentro de un par de días, pero, como necesito desentumecer los dedos y el cerebro y aún dispongo de cierto tiempo libre, voy a ponerme al día con las microrreseñas atrasadas. Este verano estoy leyendo bastante, así que, en vez de presentar las reseñas en un solo post ("The Best of Summer 2016"), las espaciaré más: un libro, un post. Así será más legible y más escribible.

* * *

El año pasado, descubrí a Aleksandar Hemon, bosnio que escribe en inglés, con los cuentos de The Question of Bruno (2000) y la novela de relatos Nowhere Man (2002); este año he continuado con The Lazarus Project (2008) y, entre junio y julio, The Book of My Lives (2013).

La historia de cómo me compré The Book of My Lives parece un chiste posmoderno (de los malos), pero sirve para presentar a su autor. A finales de diciembre de 2015, mi novia y yo visitamos Liubliana, la capital de Eslovenia, antigua república yugoslava. Como casi siempre que viajo, quise comprarme un libro de algún autor local, o sea esloveno, por lo que entré en una librería y pregunté si tenían algo en inglés. Después de descartar la selección de clásicos y de bestsellers que se repite en cualquier librería de cualquier parte del mundo, le pedí al librero si tenían algo local, o sea esloveno. No mucho, me contestó, y me mostró The Book of My Lives de Aleksandar Hemon. Cogí el libro y sonreí. ¿De dónde eres?, le pregunté al vendedor. De aquí, de Liubliana, ¿por? No le dije que Hemon no es esloveno sino bosnio, ni que, de hecho, tanto el librero como el novelista habían nacido en el mismo país, Yugoslavia, aunque en repúblicas diferentes. Sin embargo, pensé que a Hemon le haría gracia la confusión: si su identidad nacional ya es bastante compleja, aquel librero todavía le asignaba otra nacionalidad.

Cuando estalló la guerra entre Bosnia y Serbia, Hemon estaba de viaje en EEUU y decidió quedarse ahí, descolocado, y acabó adoptando el inglés como lengua literaria (curiosamente, a Witold Gombrowicz le pasó lo mismo en la Segunda Guerra Mundial con Argentina, pero siguió escribiendo en polaco). Este episodio, que desencajó totalmente su vida, es el eje de su narrativa. Los personajes de The Question of Bruno, Nowhere Man y The Lazarus Project están descentrados, fuera de lugar, siempre a causa de las Guerras Yugoslavas. En The Book of My Lives, Hemon cuenta una vez más la historia de cómo llegó a Chicago; quizás esta vez sea la versión verdadera. "The Lives of Others", el ensayo que abre el libro, demuestra que su preocupación principal es la identidad; no solo por su título, sino también por los títulos de los fragmentos que lo componen: "Who is That?", "Who Are We?", "Us Versus Them", "That's Me", "Who Are They?", "What Are You?", "What Am I?".

La complejidad identitaria de Hemon encuentra su correlato en el hibridismo genérico de The Books of My Lives. Algunos dicen que es un ensayo, mientras que otros lo catalogan como unas memorias (siempre son los otros quienes clasifican a uno). Yo prefiero la primera etiqueta, simplemente porque es mucho más holgada: puede incluir la narración autobiográfica y las reflexiones que parten del yo, como en Montaigne; por contra, las memorias implican una sistematización que no existe en este libro, ya que no abarca toda la vida del autor ni un periodo determinado, sino que salta de una etapa a otra según los temas que le interesa tocar. Y en esto consiste The Books of My Lives: una serie de textos autobiográficos y reflexivos que giran alrededor de un tema o de un momento importante en la biografía del bosnio. Por suerte, ha tenido una vida más que interesante y su prosa, sencilla, analítica y capaz de captar las más intensas emociones, acompaña.

Como en cualquier libro de relatos más o menos independientes, hay altibajos, aunque no muy pronunciados. Hemon flaquea más en "Family Dining", donde reflexiona con simplicidad durante unas pocas páginas sobre las comidas familiares y su importancia, y en "The Magic Mountain", donde recuerda los días que pasó leyendo y escribiendo en la cabaña que su familia tenía en la montaña. En cambio, el mejor Hemon está en "Let There Be What Cannot Be", donde presenta al criminal de guerra Radovan Karadžić; en "Dog Lives", donde habla de los refugiados de guerra a través de sus perros, y en "The Lives of a Flaneur", donde rememora diversas etapas de su vida en Sarajevo y en Chicago como flâneur. Probablemente, el mejor relato sea el último, el más emotivo: "The Aquarium" rememora la enfermedad que terminó con la vida de Isabel, su hija de un año. Como en Mortal y Rosa y otras buenas obras que hablan de la muerte de un ser querido, es difícil aguantar las lágrimas durante la lectura.

La única crítica que le puedo hacer a The Book of My Lives es que Hemon no hable más de la génesis de sus libros anteriores, un tema que me interesa personalmente. En "My Prisoner", otro relato brutal, cuenta la vida de su gran amigo Veba, que dio lugar a la novela The Lazarus Project; en "The Kauders Case" rememora el origen de un cuento de The Question of Bruno. A pesar de todo, creo que no habría sobrado un ensayo más literario que relacionara los episodios de su biografía y las obras de ficción correspondientes.

No queda mucho más que decir, solo leer este fantástico libro. The Book of My Lives es ideal para desencantar a aquellos que se hacen una idea demasiado limitada de la identidad y para encantar a los que ya lo saben.

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