martes, 24 de abril de 2012

De mí me río

Emprendo este blog sin otra finalidad que escribir un poco. (La fama mundial se presupone, claro.)

Esto, en realidad, limita bastante. Aquí escribiré sobre mí: sobre lo que me gusta y lo que no; ya se irá viendo. En otras palabras, la única restricción que me impongo será la escritura sin un guión determinado, sin un eje o un tema dominante. Intentaré hablar de libros, de cine, de mi vida, yo qué sé: a lo que salga y de lo que se pueda. Puede incluso que ponga alguna foto.

Hasta ahora, dos veces había tratado de escribir un blog y las dos veces me harté de ellos. Se me atragantaron.

Los dos intentos eran blogs de viajes; con un tema —el viaje— y, lógicamente, con un inicio y con un final. El primero lo acabé, llegué al supuesto final del viaje, aunque sin ganas, evidentemente. Al segundo le pongo yo el final —lo mando de regreso a casa—, que es lo mismo que reconocer que, otra vez, estaba ya cansado de él. Me ha costado un par de intentos darme cuenta de que no tiene sentido empezar un blog que sabes que ha de acabar. En definitiva, esto no es un libro; es otra cosa. 

Además, los finales son una mierda: no hay nada tan triste como un final. Bueno, sí: tener la certeza de que a un inicio ha de seguirle un final. Tampoco existe nada tan fácil de olvidar como un final: terminar es comenzar a olvidar, y siempre, no se por qué, se suele empezar a olvidar por detrás. El olvido es un goloso, un amante de los postres, de lo postrero.

Sin embargo, si todo va bien, en unos meses me iré de viaje a Cracovia, de Erasmus. Creo que, en verdad, hago esto para tener un espacio donde poder escribir sobre el futuro viaje. Un sitio desde donde dar noticias de mí. (Escribir es notificar, también.) Digo que no quiero escribir sobre un viaje pero necesito apoyarme en algo más que yo para escribir. Vale: tengo unos meses para equivocarme. 

En fin, que he tenido que buscarle un nombre a la criatura. He pensado varios títulos. Todos estaban cogidos: así de originales somos por aquí. Pero visitar otros blogs permite darte cuenta de que, al menos, son malos. Peor: de risa. Eso anima. No hay nada tan tranquilizador como tomar conciencia de los errores de los demás; uno se ríe de ellos porque se reconoce en ellos: no me río de ti, sino de mí en ti. Ver que los otros se equivocan calma; tanto como encontrarse en el reflejo del espejo o hablar con alguien.

Vaya, que aquí uno viene a reírse, de mí o de sí, da lo mismo.

5 comentarios:

  1. no se com tho fas pero normalmen aconsegueixes k acabi de llegir els teus scrits. i saps k en mi, aixo, es todo un logro! :p i x tan el logro no es nomes meu ;)
    ja tinc ganes d saber com continuara la historia ! xD

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  2. "el olvido es un goloso, un amante de los postres, de lo postrero"
    Me quedo con esto, aunque no creo que el olvido sea goloso,más bien, el presente es goloso, el futuro es goloso, pero no el olvido de lo pasado. Se que soy muy reflexiva, pero ya sabes, soy la loca de los mitos, jaja, y si me pongo a reflexionar sobre la existencia creo que no voy a acabar nunca....

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  3. M’alegra veure que t’has sumat al club dels bloggers!!! Per fi puc seguir un altre blog!!!!

    Referent al tema de debat.... de si passat, present i/o futur... jo n’opino que... sisi.... xupa, xupa... traga, traga!!!!

    En fi, ànims amb aquest nou projecte i estem en contacte!!!

    PD: no em deixa subscriure’m-hi; algun suggeriment???

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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