lunes, 10 de octubre de 2016

Folletines veraniegos online (2/2)

Es lunes, el cielo de Cracovia está gris asfalto y el termómetro marca 8ºC. Es el momento ideal para una segunda dosis de nostalgia veraniega literaria.

Este julio, Antonio Muñoz Molina empezaba un artículo diciendo que "El verano es la estación de las novelas". O sea, que es más optimista que Javier Marías en cuanto a leer durante las vacaciones. En el artículo, Muñoz Molina reseña una novela de Thomas Bernhard (Extinción) que por casualidad leyó en el mismo hotel en que el escritor austriaco se había hospedado alguna vez. Y quizás Bernhard también la escribió allí, fantasea el novelista de Úbeda, coincidiendo los dos en la ficción y en el espacio, aunque no en el tiempo. Además de esta coincidencia, Muñoz Molina reflexiona sobre escribir y leer novelas simultáneamente: "Cuando se está escribiendo una novela es raro que se lea al mismo tiempo alguna de gran calado, porque cada una de esas dos tareas, escribir novelas y leerlas, requiere una dedicación casi idéntica, una entrega incondicional y duradera". Según él, las "fuerzas de la imaginación" necesarias tanto para escribir como para leer una novela no se pueden repartir entre las dos labores.

No le falta razón a Muñoz Molina. Por suerte, este verano yo me emperré y repartí mi imaginación entre las dos actividades, a mi modo de ver no excluyentes sino complementarias. Escribí mi primera novela, Mateorías, que estos días estoy releyendo y remendando, y pude leer bastantes más, aunque quizás no eran "de gran calado". Entre otras, Mauricio o las elecciones primarias de Eduardo Mendoza, Cómo se hizo La guerra de los zombis de Aleksandar Hemon, Jambalaya de Albert Forns, la tercera parte de El día del Watusi de Francisco Casavella y As If I Am Not There de Slavenka Drakulić.

Efectivamente, el verano es la estación de las novelas. Pero también de los folletines, incluso los publicados en internet. He aquí la segunda parte de la lista de folletines veraniegos online, en la que, por cierto, echo de menos a alguna mujer. ¿Ninguna publicó nada en verano o yo no las supe encontrar?

* * *

"Por no quedarse en casa" de Patricio Pron

En esta serie de cinco ensayos literarios, Patricio Pron explora las biografías de cinco escritores durante sus respectivas y singulares vacaciones. El mismo Pron nos explica que el título, muy adecuado, viene de un aforismo de Pascal: "la mayoría de los males les vienen a los hombres por no quedarse en casa". En la primera semblanza, descubrimos que el excéntrico Raymond Roussel viajaba sin ver, como diría Andrés Neuman; es decir, sin salir nunca de su camarote. En la segunda, aprendemos que Elizabeth Bishop casi murió en Brasil por una reacción alérgica. Y todavía nos quedan otros tres autores para disfrutar de la fantástica prosa ensayística de Pron: Vladimir Nabokov, Flannery O'Connor y F. Scott Fitzgerald.


"García contra la España zombi" de Guillem Martínez

García contra la España zombi es el único folletín clásico de entre todos los folletines veraniegos online, pero tampoco es muy clásico. Se trata de una novela por entregas ambientada en el tórrido verano de Madrid, este verano de 2016, protagonizada por García, un periodista de poca monta que debe ir a la calle Ferraz (ahora tan popular) a tomar nota de las declaraciones de Pedro Sánchez (entonces todavía secretario general del PSOE). Como el título indica, estamos ante una novela de zombis: en una pantalla de plasma, García y el Capitán Estadella, una leyenda del periodismo patrio, ven cómo tres zombis se devoran mutuamente. Son Edu Madina, Pedro Sánchez y Susana Díaz. Una pelea de zombis que se lee de manera diferente ahora, después de la escabechina de Ferraz. Aunque no sea una novela "de gran calado", Guillem Martínez logra escribir 25 capítulos muy solventes, con mucho humor, zombis y sátira política. Cuando en el futuro alguien relea García contra la España zombi, no encontrará una España mucho más esperpéntica que la real.


"Focos de agosto" de Joaquín Reyes

Este relato largo de Joaquín Reyes, dividido en seis capítulos, está protagonizado por Emilio Escribano, cómico. Aunque no se trata de una autoficción, tan de moda entre los humoristas (Curb Your Enthusiasm de Larry David, Louie de Louie C. K. o El fin de la comedia de Ignatius Farray), está claro que Emilio Escribano es el alter ego de Joaquín Reyes: es un cómico manchego con humor manchego, o sea, chanante. Por desgracia, estamos frente a un texto y no un vídeo: sin la voz de Joaquín Reyes, el texto queda un poco cojo. A pesar de todo, el texto aguanta la lectura veraniega y las aventuras de Escribano y de su agente, que le ha encontrado un papel en una película, logran sacarle unas cuantas risas al lector.

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