Ayer, viernes 8 de julio, fue mi último día como bibliotecario.
Dudé si encender o no los ordenadores públicos: durante la última semana, apenas había aparecido nadie, ya que los usuarios de la biblioteca estaban de exámenes. Como mucho cuatro o cinco personas al día. ¿Para qué los ordenadores, si solo vendrán unos pocos a estudiar o a devolver un préstamo?
—Hoy no creo que venga nadie, es su último día de exámenes —me había advertido la conserje.
Pues muy bien, aquí les espero.
Uno es muy inocente y, en consecuencia, tiene un sentido del deber inquebrantable. Así que encendí los ordenadores, como cada día, abrí las ventanas para no morir de calor, bajé las sillas de encima de las mesas, dejé unos cuantos libros y DVDs en su sitio... y poco más. Me senté y esperé que viniera alguien, como siempre. Hice lo que habría hecho durante un día cualquiera: leí el correo electrónico, hojeé las webs de unos cuantos periódicos, acabé de leer Anagramas, de Lorrie Moore, terminé de escribir la anterior entrada del blog, chateé un poco, etc. Lo mismo me hubiera dado tener gente en la biblioteca o no, la verdad.
Así que ayer, viernes 8 de julio, fue mi último día como bibliotecario y la primera vez que no entró nadie en la biblioteca. Ni una sola alma. Nadie abrió la puerta y asomó la cabeza. Fue como si hubieran notado mi sentimiento de luto anticipado. Durante meses había fantaseado con esta sensación: trabajar completamente en vano, ser literalmente, absolutamente y absurdamente innecesario. Supongo que un actor o un músico sin público han de sentirse igual. Eso sí, cumplí el sueño de todos: cobrar por no hacer nada.
Se me hizo más largo que nunca, lo reconozco.
Cuando acabé, me despedí de mi única compañera de trabajo, la conserje.
—¿Así que hoy es tu último día? —me dijo.
Se lo había dicho al entrar. Y el lunes, al irme, le había dicho:
—¡Ya solo me quedan cuatro días!
Y el miércoles, un poco más tristón, le había dicho:
—Mañana será mi penúltimo día...
Y así el resto de días. Pero no le dije nada, preferí callarme y hacerme el despistado. Me dio un abrazo y dos besos. Me deseó suerte en mi nuevo trabajo: no será tan bueno como este, se lo aseguré.
Me despedí también de mi santuario de ratones. Probablemente serán los que más notarán mi ausencia: yo era la presencia que los observaba y los sombreaba cada tarde.
Lo peor de este post es que sustituye al anterior. Esto, claro, es aplicable a cada post, a los blogs en general. La blogosfera, ese ente. Sí, claro: también a las "buenas noticias" de los periódicos, a las palabras bonitas, a los días de sol, etcétera. Me pongo tonto, ya ves. A ver si llega la verdad y me abofetea, que ya va siendo hora.
ResponderEliminarVoy a echarte de menos en la biblioteca y si te sustituyo contaré a las señoras que se quejen de los dvd que el bibliotecario de verdad eras tu y que estás en un país lejano curándote de una depresión que te hacia tener amigos ratones. Avisado queda, xD!
Di que sí, que no hay mejor medicina para la depresión que la amistad ratonil XD
Eliminar¿Y ahora dónde leerás? ¿Dónde harás trabajos de clase? ¿En qué gastarás tu T-10?... Tristes son las despedidas, aunque ahora podrás formar parte de la mayoría de la población, en lo que se refiere a no aprovechar el tiempo durante las horas de trabajo... Ánimo!!!
ResponderEliminarSí que son tristes las despedidas (y sobre todo esta), y tener un trabajo de verdad es muy duro :( Pero bueno, más duro es no tenerlo! Suerte a ti con la búsqueda de curro ;)
EliminarTe he comentado sobre lo futurístico en la entrada correspondiente, y no me dices nada... Desde luego... Cómo va el nuevo trabajo?
EliminarNo me había enterado! Me siento un poco bipolar respondiéndote por separado XD
EliminarPues el nuevo trabajo... es como haber retrocedido un año el tiempo, bastante raro. Es un poco aburrido cuando no hay nada que hacer (y no tengo silla, ordenador ni lecturas...), y cuando sí lo hay es mecánico y agotador XDD La cuestión es quejarse :P Por suerte es solo hasta primeros de setiembre.
Tu qué tal por Menorca? Ya he visto en fb que andáis alternando entre la búsqueda de curro y la playa, muy bien :P A ver si tenéis suerte y encontráis algo pronto :) Un beso!