Las
redes sociales generan opiniones opuestas, casi irreconciliables.
Unos piensan que son nocivas, que nada bueno sale de ellas y que nos
incomunican e incapacitan para la vida real; otros consideran que son
positivas, que simplifican la vida, imposible sin ellas, e incluso
que pueden ser un factor de cambio social. No voy a posicionarme,
porque ambos bandos tienen parte de razón, pero he de reconocer que
a veces surgen ideas o proyectos en las redes que hacen inclinar la
balanza hacia el segundo grupo, más optimista. Por ejemplo,
#LeoAutorasOct.
El
verano de 2016 algunas tuiteras tuvieron la genial idea de dedicar el
mes de octubre a leer solamente escritoras. Y recalco la terminación
femenina: nada de leer libros escritos por hombres, solo libros
escritos por mujeres. Para ello utilizaron el hashtag
#LeoAutorasOct, que acogía todas sus lecturas, comentarios,
recomendaciones, críticas y demás nonadas que soltamos los amantes
de los libros.
Por
desgracia, no todos los tuiteros compartieron mi entusiasmo. Muchos
usuarios, usuarios hombres en su mayoría, criticaron la iniciativa,
a pesar de que nadie les había obligado a leer nada ni dado vela en
ese entierro. Twitter es así: un hervidero de trols. El comentario
más habitual era el siguiente: la calidad literaria no tiene género,
no importa si un libro está escrito por un hombre o por una mujer,
lo que importa es el valor textual de la obra, etc., ergo no es
necesario incentivar la lectura de libros escritos por mujeres. El
argumentario continuaba igual de disparatado, se iba poblando de
insultos y, cómo no, pronto aparecía la palabra mágica: feminazi.
Avergonzado,
pensé que quizás las redes sociales sí son nocivas y que nada
bueno sale de ellas. Pero, aliviado, me dije yo no era como esos
trols, esos machistas. Yo no insultaba ni despreciaba a las mujeres,
yo sabía que desgraciadamente aún estamos lejos de valorar por
igual el trabajo de un hombre que el de una mujer. Sin embargo, me
bastó repasar mentalmente mis lecturas para darme cuenta de la poca
cantidad de mujeres en comparación con hombres. Si tuviera que
recomendar un libro escrito por una mujer cada día del mes de
octubre, me dije, tendría un problema.
Por
eso me propongo llenar este octubre de 2017 de lecturas femeninas. No
solo leeré solo mujeres, sino que cada día escribiré una breve
nota o comentario recomendando un libro escrito por una mujer.
Durante este mes de octubre, leeré, releeré y escribiré sobre
libros de mujeres. 31 días de octubre, 31 recomendaciones de
autoras.
Lista de lecturas:
1 de octubre. Clara Usón, La hija del Este.
2 de octubre. Belén Gopegui, Lo real.
3 de octubre. Milena Busquets. También esto pasará.
4 de octubre. Margaret Atwood, El cuento de la criada.
5 de octubre. Herta Müller, El hombre es un gran faisán en el mundo.
6 de octubre. Helene Hanff. 84, Charing Cross Road.
7 de octubre. Montserrat Roig, Molta roba i poc sabó... i tan neta que la volen.
Lista de lecturas:
1 de octubre. Clara Usón, La hija del Este.
2 de octubre. Belén Gopegui, Lo real.
3 de octubre. Milena Busquets. También esto pasará.
4 de octubre. Margaret Atwood, El cuento de la criada.
5 de octubre. Herta Müller, El hombre es un gran faisán en el mundo.
6 de octubre. Helene Hanff. 84, Charing Cross Road.
7 de octubre. Montserrat Roig, Molta roba i poc sabó... i tan neta que la volen.
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