miércoles, 4 de octubre de 2017

4 de octubre. Margaret Atwood, 'El cuento de la criada'

A veces la historia da segundas oportunidades: El cuento de la criada, la novela de Margaret Atwood, se publicó en 1985, pero hasta 2017 no era conocida por todo el mundo con esa fama absoluta que solo las pantallas y la polémica pueden conceder. De hecho, el gran público conoce la serie pero no la novela; otros hemos leído la novela gracias a la serie; y los más cultos y cool la leerían hace años, junto a otras obras de Atwood. El siguiente peldaño hacia la fama sería que mañana 5 de octubre le dieran el Nobel de Literatura. Yo apuesto por ella, aunque los caminos del Nobel son inescrutables.

Pero volvamos a la polémica que le ha dado una segunda oportunidad sobre la tierra a El cuento de la criada, o al menos a la serie producida por Hulu. La controversia ha surgido de una interpretación política del argumento: el mundo distópico de El cuento de la criada, heredero de 1984, un país ultrapatriarcal en el que los hombres someten totalmente a las mujeres, reducidas a esclavas y meros instrumentos de reproducción, ese país, llamado Gilead, sería la América de Trump. Los Estados Unidos que desean los ultracatólicos, los ultranacionalistas, los neofascistas o la mal llamada derecha alternativa: eso representaría Gilead. No se trata de una interpretación disparatada, porque la ciencia ficción consiste en mostrar la realidad a través de un mundo diferente, un futuro que destaca alguna característica del presente: ¿qué pasaría si...? Lo que me sorprende del caso es que una interpretación, que no es una operación intelectual tan simple, haya logrado movilizar a tanta gente. Sea cual sea la explicación, bien por Hulu y por Atwood.

Aunque me gustaría hablar solo de la novela, no de la serie, la verdad es que ambos productos se complementan muy bien. Mientras que la serie adapta los momentos más tensos del texto de Atwood hasta conformar una montaña rusa de suspense, la novela es más homogénea y plana, atmosférica como suele serlo la literatura de terror. La protagonista y narradora es Offred, una “criada”, es decir, una mujer cuya única función es ser utilizada para reproducirse, por lo cual es violada sistemáticamente por el comandante de la casa donde vive. Su voz, lírica y sobria, crea un ambiente opresivo en el que el único baluarte de la intimidad es el pensamiento: Offred solo es libre y solo es ella cuando piensa, nunca cuando actúa. Por suerte, en la serie también podemos oír las ideas de Offred, y el contraste entre lo que hace y lo que piensa es brillante.

Mientras lee, el lector debe pararse a menudo a coger aire, e imagino que la experiencia de las lectoras debe de ser bastante más dura. Por su parte, la serie también logra esta sensación de asfixia en el espectador, aunque es más narrativa, más situacional. Sea por escrito o en la pantalla, la empatía que genera El cuento de la criada es muy poderosa. Ojalá la vean los que deberían verla.

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