Escribió Jorge Carrión en su ensayo Librerías que 84,
Charing Cross Road (1970) de
la estadounidense Helene Hanff es el “mejor libro de no ficción
que he leído sobre librerías”, y probablemente no le falte razón. Se trata de la correspondencia que Hanff mantuvo
desde Nueva York con la librería Marks & Co, situada en el
número 84 de la calle Charing Cross de Londres. En la primera carta,
del 5 de octubre de 1949, Helene les pide a los libreros que le
envíen unos cuantos libros, entre ellos una Biblia que, al recibirla
unas cartas más adelante, provoca en Hanff la siguiente reacción:
"¿QUÉ PORQUERÍA DE BIBLIA PROTESTANTE ES ÉSTA?
Tengan ustedes la amabilidad de informar a los responsables de la Iglesia de Inglaterra de que han echado a perder la prosa más bella que jamás se ha escrito. ¿Quién les dijo que zascandilearan con la Vulgata latina? Lo pagarán en el infierno…, miren lo que les digo".
El valor literario y
humano de 84,
Charing Cross Road
está en la personalidad de Hanff: en primer lugar, en cómo habla de
libros, con sinceridad y desparpajo, sin miedo a criticar o alabar su
contenido o su envoltorio —Helene habría sido una buena youtuber—;
pero también en cómo trata a sus narratarios, con una ironía y un
atrevimiento americanos que divierte y sorprende a sus interlocutores
británicos; finalmente, en su bondad: durante la carestía que Gran
Bretaña sufrió después de la Segunda Guerra Mundial, Helene les
envía a menudo paquetes con comida, que los londinenses agradecen
con ternura. Mientras se piden, reciben y comentan libros, la vida va
colándose por los párrafos de las cartas de Helene y sus libreros,
que van convirtiéndose en sus amigos. Así, en las apenas 120
páginas de su epistolario sabemos que Helene trata de ganarse la
vida como escritora, que está casada, que se cambia de piso, pero
también que Frank Doel, su principal narratario en Marks & Co,
tiene esposa e hijas, o que otra librera, Cecily, la invita a
visitarlos a todos en Londres.
La última carta de 84, Charing Cross Road es de octubre de 1969 y la firma Sheila, la hija del tristemente fallecido Frank Doel. Le da permiso a Helene Hanff para publicar sus cartas, que se convertirán en un bestseller inmediato, se adaptarán al teatro y al cine y le permitirán a Helene viajar, por fin, a Londres. En 2017, Charing Cross Road todavía es la calle de las librerías, pero Marks & Co solo es recordada por una placa conmemorativa. Solo nos queda el libro, mucho mejor que la película y, como diría Jorge Carrión, mejor que ficción
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