La escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie es mundialmente
conocida gracias a sus dos charlas TED, sobre todo por una titulada
We Should All Be Feminists, que luego se convirtió en libro.
Este breve ensayo (en español, Todos deberíamos ser feministas)
apenas tiene 20 páginas, un volcado casi literal de la conferencia
de 30 minutos que tuvo lugar en Londres en 2012 y en la cual Ngozi
Adichie defiende el feminismo con un estilo sólido, irónico y muy
narrativo sin caer en los tecnicismos académicos que tan a menudo
empañan la comprensibilidad, limitando su alcance. La otra charla de
Ngozi Adichie es The Danger of a Single Story, de 2009, donde
reclama la necesidad de que los países y las personas tengan más
de una historia, es decir, que su identidad sea múltiple y no
dependa de un solo discurso, por fuerza simplista.
Estas dos charlas TED contienen dos temas primordiales de la
narrativa de Ngozi Adichie —el feminismo y el poscolonialismo—,
pero en cuanto se abren sus libros se descubre un universo mucho más
rico. Algo alrededor de tu cuello (2009) es un libro
fantástico para adentrarse en el mundo narrativo de la escritora
nigeriana, y su lectura no dura mucho más que la visión de las dos charlas.
Los doce relatos cortos que componen este libro pivotan entre la
Nigeria natal de Ngozi Adichie y los Estados Unidos que la acogieron;
sus temas viajan de África a Occidente y viceversa, aunque mi
generalización probablemente no sería del agrado de la autora. Como
los personajes de Aleksandar Hemon o Herta Müller, no todos los de
Algo alrededor de tu cuello son inmigrantes o emigrantes, pero
todos están de algún modo desplazados, fuera de lugar: la esposa de
un rico empresario nigeriano que, viviendo en EE. UU., descubre que
su marido tiene una amante en Nigeria; la chica que se enamora de un
chico estadounidense que parece tener menos estereotipos que los
demás pero solamente tiene otros diferentes; la mujer que debe
abandonar Nigeria porque su marido ha escrito un artículo contra el
gobierno y su hijo ha sido asesinado; o la que, al regresar a
Nigeria, recuerda como murió su hermano de niño. La mayoría de las
heroínas de Algo alrededor de tu cuello son mujeres oprimidas
por su género o por el color de su piel que, a pesar de todo, se
enfrentan a esta opresión; por eso abandonan a sus parejas o les
dicen que no, por eso dejan Estados Unidos o empiezan a trabajar.
Casi todos los relatos de Algo alrededor de tu cuello suceden
en el presente, aunque un presente muy marcado por el pasado; la
excepción es “La historiadora obstinada”, ambientado en los
siglos XIX y XX, durante la colonización de Nigeria pero desde el
punto de vista de los colonizados. El estilo de los cuentos es
realista, casi clásico: claro y con unas pocas pero certeras
pinceladas poéticas, heredero de Raymond Carver. La mayoría de
narradores son en tercera persona, pero dos relatos están escritos
en segunda, un tú muy natural que nos acerca a lo narrado. Y en el
caso de que el lector recele ideológicamente del libro, Ngozi
Adichie incluye un relato para desactivar esta lectura prejuiciosa:
“Jumping Monkey Hill” presenta un pequeño congreso de escritores
africanos en Sudáfrica, donde se discuten las (malas) interpretaciones de
relatos escritos por africanos y, sobre todo, africanas.
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